Las cuatro víctimas de Millares perecieron cuando trabajaban en las labores de extinción. Tres de los fallecidos pertenecían a una brigada forestal de la Diputación de Valencia y el cuarto era un agente voluntario.

En Collbató, los cadáveres aparecieron en las cuevas de salitre de esa localidad, situadas cerca de la falda de la montaña de Montserrat. Aunque la causa de los fallecimientos no había quedado totalmente esclarecia esta tarde, podría tratarse de la asfixia provocada por el humo o un desprendimiento de tierra.

Cataluña está siendo una de las comunidades autónomas más castigadas por los incendios forestales. Hoy se declararon más de 20 fuegos, de los cuales 10 son de grandes proporciones, fundamentalmente los localizados en Sant Quirze del Valls, Sant Miquel del Fai y Sant Mateu del Bages.

En Castellón tuvieron que ser evacuadas algunas localidades, como Olocau del Rey, y en Teruel los servicios de extinció no pueden controlar el siniestro declarado en el Maestrazgo turolense, que esta tarde ya había arrasado 6.000 hectáreas.

Este no es el único incendio que sufre la comunidad aragonesa, aunque sí el de consecuencias más catastróficas por su magnitud y el alto valor ecológico del área afectada. Ayerbe y el valle de Gistáin, en Huesca, sufren también las consecuencias del fuego.

Los archipiélagos no han eludido la acción las llamas, y en el municipio tinerfeño de Los Realejos también se declaró estatarde un incendio.

Las altas temperaturas, la sequía que asola a la mitad sur peninsular y el litoral levantino y el fuerte viento registrado en algunas áreas han convertido el primer semestre de 1994 en un periodo de consecuencias nefastas en lo que a incendios forestales se refiere.

Entre la proliferación de siniestros, la Policía Local de Murcia detuvo la pasada madrugada a una mujer de 24 años, presunta autora de cuatro incendios declarados ayer, domingo, en las inmediaciones de la carretera e Alcantarilla.