Según datos provisionales facilitados al ministerio por las comunidades autónomas, desde el 1 de enero al 30 de agosto se han contabilizado 3.957 incendios, cifra inferior a la registrada durante el mismo período del año pasado (6.836 incendios en 1997).

Sin embargo, la superficie arbolada afectada este año ha sido de 24.957 hectáreas, lo que representa un aumento con respecto a 1997, en el que se quemaron 18.903 hectáreas.

El númerode conatos (incendios que afectan a menos de una hectárea) fue de 8.411, también menos que en 1997, cuando se contabilizaron 10.268. Los grandes incendios (superiores a 500 hetáreas) fueron 6, más que el año pasado, pero mucho menos en relación con los sufridos en los tres años anteriores.

La zona más castigada por los incendios forestales ha sido la Noroeste, que ha visto afectada el 42,7 por ciento de su superficie forestal.

En cuanto a la climatología, el mes de agosto presentó característicasmeteorológicas díficiles para la lucha contra los incendios forestales. Agosto fue un mes marcado por dos "olas de calor" que han afectado principalmente a la mitad occidental de la península.

Las elevadas temperaturas de ese mes contribuyeron a la disminución de la humedad de la masa forestal combustible, lo que unido a la presencia de fuertes vientos, favoreció al aumento del peligro de incendio en el oeste peninsular y en el valle del Ebro y dificultó las labores de extinción.