La última víctima, Casimiro Sanromá, de 73 años, falleció a primeras horas de esta mañana, según indicaron portavoces del hospital del Vall d'Hebron de Barcelona, donde estaba ingresado.

El siniestro, provocado por una tormenta seca, arrasó unas 800 hectáreas de terrenos de cultivos y montes, en tanto que durante la mañana de hoy continuabvan las operacionesdel control del fuego a cargo de los servicios de bomberos, cinco helicóperos y un hidroavión.

Tres de los cuatro cadáveres calcinados hallados en un coche la pasada medianoche, en la zona de Mas del Blanc, correspondían al matrimonio formado por Joan Benet Roca y Concepció Sánchez, ambos de 60 años, y a su hijo Joan Benet Sánchez, de 24 años.

El cuarto ocupante del vehículo seguía a media mañana pendiente de identificación, aunque fuentes del Gobierno Civil de Tarragona indicaron que se trata deuna mujer de unos 80 años que podría pertenecer a la misma familia.

Por otro lado, otra mujer herida grave, María Gertrudis Salas, de 79 años, quedó internada en el mismo centro de Barcelona con quemaduras extendidas en más del 70 por ciento de su cuerpo.

Las mismas fuentes explicaron que esos cuatro cuerpos hallados en el automóvil, posiblemente miembvros de la misma familia, fallecieron al intentar huir de las llamas de la zona más afectada y cuando fueron sorprendidos por una rápida prolongacin del fuego.

La consejera de Gobernación de la Generalitat, Maria Eugènia Cuenca, se desplazó esta mañana hasta el lugar de los hechos y se reunió con los alcadldes de los pueblos afectados, para evaluar las consecuencias del siniestro.

El incendio comenzó poco después de las 18 horas de ayer, en Vespella, a unos 20 kilómetros del norte de Tarragona, y dos urbanizaciones cercanas. Las llamas llegaron hasta numerosos chalets y masías, algunos de los cuales resultaron destruidos, en tanto que la uranización La Cativa, situada en El Catllar, fue desalojada a tiempo.

Según explicó el director general de Extinción y Prevención de incendios de la Generalitat, Josep Ramon Dueso, el fuego se extendió de forma muy rápida al pueblo de Vespella, de 69 habitantes. El fuerte viento desplazó también las llamas a las localidades de La Nou de Gaya y a la urbanización de Sant Miquel de Vespella.

Dueso indicó que el origen del fuego fue una tormenta con mucha electricidad que no descargó agua y cuyos rayo cayeron en una zona que ayer llegó a registrar temperaturas de hasta 38 grados.