El fuego, que en la tarde de ayer parecía qedar bajo el control de las brigadas contra incendios, se volvió a reavivar por la noche a consecencia del cambio de sentido del viento, circunstancia que se vio favorecida por la imposible reacción de los medios aéreos que participan en las labores de extinción.

A lo largo de la madrugada de hoy, según el Infoca, el frente que calcinaba la Sierra Bermeja en el término municipal de Genalguacil fue controlado, manteniéndose activo el de Casares, que en la tarde de ayer obligó a las autoridades localesrecomendar a los vecinos de la pedanía de La Acedía a abandonar sus casas por la proximidad de las llamas.

La reserva de pinsapos, pinos exclusivos de la zona, se ha librado de la capacidad destructura del fuego, como consecuencia de la orientación del viento, si bien algunos de ellos fueron arrasados por las llamas.

El incendio, el más importantes de cuantos han sucedido este año en Andalucía, ha provocado, a juicio de los técnicos, un daño ecológico "irreparable". Los alcaldes de Genalguacil yCasares estudian la posiblidad de solicitar la declaración de zona catastrófica.

En las labores de extinción participan más de seiscientas personas, entre voluntarios de los municipios afectados y vecinos, brigadas contra incendios, especialistas, bomberos, guardias civiles y una compañía de la Legión, apoyados por ocho aviones y cinco helicópteros.

Los alcaldes de la zona han hecho un llamamiento a la población solicitando voluntarios para colaborar en la extinción del fuego, debido a que el peronal destacado en la zona del siniestro se encuentra extenuado después de dos días de lucha contra las llamas.

Aunque todavía no hay una versión oficial de cómo se produjo el incendio, a primera hora de la mañana del domingo, existen indicios de intencionalidad, circunstancia que está siendo investigada por la policía.

No obstante, tampoco ha sido rechazada la hipótesis de que el fuego hubiese sido el producto del rebrote de otro incendio forestal que quedó extinguido el pasado viernes y cuyo iniio se debió a la explosión del depósito de combustible de un tractor.

La última medición oficial de la superficie arrasada por el fuego se realizó en la tarde de ayer, calculándose entonces más de 930 hectáreas, si bien el avance de los frentes a lo largo de esta madrugada hace prever que se han sobrepasado las mil, aunque los alcaldes de la zona creen que las llamas han devastado más de tres mil hectáreas.