Serra señaló que ha hablado sobre el siniestro con el presidente del Ejecutivo, Felipe González, y que éste le expresó la intención de colaborar en su reconstrucción.

El vicepresidente, que visitó esta tarde, acompañado de la ministra de Cultura, Carmen Alborch, el estado en que quedó el teatro, indicó que "hemos encargado a todas las instituciones presente en el Consorcio del Gran Teatro del Liceo que el gerente, cuanto antes y con los arquitectos, evalúe los gastos y señale el mejor camino para esa reconstrucción, y a partir de aquí será él el que explique las consecuencias detalladas del incendio, y luego los planes de trabajo".

Señaló que las distintas administraciones y organismos vinculados al Liceo "trabajarán para que prosigan las actividades de los cuerpos que hacen posible que exista un teatro de la ópera y, singularmente, la orquesta, para qu esa capacidad no se pierda".

El vicepresidente del Ejecutivo aseguró encontrarse "realmente emocionado y desolado" después de ver el estado ruinoso en el que quedó el edificio y, sobre todo, tras haber asistido el pasado sábado a la representación de ópera que estaba en cartel estos días, 'Mathis der Maler' (Matías el pintor), de Hindemith.

"Es toda una impresión haber estado aquí el pasado sábado, haber hablado con el gerente sobre la reforma del Liceo y ver hoy que no queda nada, que el cielo stá abierto y que sólo quedan unas paredes con lo que fueron los palcos. El escenario está absolutamente quemado y en el patio de butacas hay ruina, hierros retorcidos, llamas, y sale todavía de allí una columna de humo muy importante", añadió.

Para Serra, con la destrucción del Liceo de Barcelona se ha quemado "una parte importante de la cultura y de la música del país", aunque dijo que no había muerto y que volvería a ser el que era hasta ahora.

Por su parte, el presidente de la Generalitat, Jodi Pujol, manifestó después de reunirse con Serra y con representantes de las instituciones que forman el Consorcio del Liceo que había recibido llamadas de diversas personalidades, entre ellas del Rey, interesándose por la magnitud del incendio.

Pujol recordó que "no es la primera vez que se quema el Liceo, ni la primera vez que se quema un teatro", y agregó que "se ha quemado la Opera de Frankfurt, la de Nápoles y la de Dresden", además de "la de Milán y las que fueron destruidas por la guerra, comola de Viena".