De acerdo con los msismos informantes, el siniestro había calcinado ya más de mil hectáreas, al tiempo que el viento racheado provocaba serias dificultades a los retenes que trabajan en la extinción del fuego; un viento que reaviva las llamas en focos que ya habían sido controlados en un principio.

En la trea de apagar el fuego participan un hidroavión, un helicóptero, dos avionestas, ocho vehiculos contraincendios, además de los retenes del Insituto Andaluz de Reforma Agraria (IARA), de la agencia de medi ambiente, del Icona y fuerzas de la Guardia Civil.

La superificie afectada por las llamas figura como una de las comarcas cinegéticas más importantes de la provincia de Huelva y está formada por eucaliptos, encinas y vegetación de monte bajo, por lo que se estima que los daños ecológicos ocasionados son cuantiosos.

Las autoridades de Huelva sospechan que el incendio podría haber sido provocado, ya que comenzó simultáneamente en varios focos.