El fuego alcanzó una gran virulencia, avivado por el fuerte viento de poniente que dirigió las llamas hacia la provincia de Málaga, afectando de forma especial a las urbanizaciones La Paloma, La Chullera y San Diego, que fue desalojada por el inminente peligro que se avecinaba sobre la zona.

Asimismo, la Guardia Civil cortó la caretera Nacional 340 a la altura del término municipal de Manilva, lo que provocó atascos de más de diez kilómetros en ambos sentidos. Esa vía de comunicación es el principal arteria de la Costa del Sol.

En las tareas de extinción participaron diez retenes, entre personal de la Junta de Andalucía y bomberos de Estepona y Marbella, así como tres aviones anfibios y de carga en tierra y otros tantos helicópteros.

Las tres casas de campo que resultaron totalmente destruidas por las llamas estaban deshaitadas, mientras que los chalets alcanzados podrán ser habitados en breve, ya que el fuego sólo provocó daños en las fachadas y jardines.

Varios coches que estaban aparcados en las inmediaciones de los chalets afectados quedaron también carbonizados, a pesar de la rápida intervención de los equipos actuantes en la extinción.

La superficie total arrasada por las llamas podría superar las cien hectáreas, si bien el Plan Infoca'92 -organismo de la Junta de Andalucía coordinador en la lucha contra lo incendios forestales- seguía esta tarde pendiente de determinar las causas que provocaron el fuego y el total de la superficie calcinada.

El Parque Natural de Los Alcornocales, importante reducto de esta especie, no llegó a verse afectado, aunque la principal especie de árboles que ardieron en el siniestro fueron alcornoques.