De acuerdo con la opinión de los expertos, el pirómano supo elegir el momento, el lugar y las condiciones meteorológicas idóneas para que su actitud provocase un auténtico desastre ecológico.

Los técnicos del Plan Infoca aseguraron hoy que el esfuerzo, lacoordinación y la profesionalidad en la lucha contra las llamas "fueron máximas", aunque explicaron que nada se pudo hacer contra las condiciones excepcionales del fuego, "que si no fue intencionado fue producto de un cúmulo increíble de trágicas casualidades", dijo el Delegado de Gobernación de la Junta en Granada, Juan Santaella.

Los responsables de las tareas de extinción, que aún continúan al detectarse algunos focos con posibilidad de reactivarse, salieron al paso de todas las acusaciones lanzada por vecinos, agricultores y alcaldes de los municipios afectados, para afirmar que el dispositivo fue el correcto.

Según Santaella, "siempre prevaleció la protección de la vida humana sobre las posibles pérdidas, por lo que sólo se contó con voluntarios en escasas ocasiones".

Como ejemplo del peligro para los no expertos, el delegado de la Junta aludió a la situación casi irreversible sufrida por unas 35 personas el pasado domingo, cuando, "a pesar de su profesionalidad", se vieron rodeados por l fuego sin poder salir.

Los responsables del Infoca 93 desmintieron que los cortafuegos estuviesen sucios, como aseguraban algunos alcaldes, y que los retenes actuaran tarde.

El desencadenante de la tragedia fue, según Santaella, lo quebrado del terreno, la acción del viento, una gran sequedad ambiental y la masa arbórea existente en la zona, que propició la propagación de las llamas.