Los incidentes dieron comienzo a las nueve de la noche en una parada de autobús en el barrio bilbaíno de Otxarkoaga. Unos veinte encapuchados, vestidos de negro, se dirigieron a un autobús con hachas, martillos y diverso material incendiario.

Tras obligar al conductor a bajarse del vehículo, lo prenderon fuego y el autobús urbano quedó completamente calcinado. Según testigos, el mismo grupo atacó posteriormente una sucursal bancaria situada a escasos metros de la parada del autobús, donde después de romper los cristales lanzaron varios cócteles molotov al interior. El fuego destrozó parte del mobiliario de la oficina.

Tras estos incidentes, el grupo colocó dos barricadas incendiarias en la calle Otxarkoaga.

Posteriormente, el grupo de dirigió a la casa del pueblo. En ese lugar se encontrabandiez personas, dos de ellas niños de corta edad. Los asaltantes amenazaron a los presentes diciendo que o salían de inmediato o les mataban. Prendieron fuego a la sede socialista y tuvo que ser el regente del local el que apagara las llamas. Esta acción le provocó diversas quemaduras y un corte en las manos.

Los incidentes continuaron después en Bilbao durante una patrulla de la Ertzaintza recibió el impacto de cócteles molotov que no llegaron a estallar.

En San Sebastián una furgoneta de la Ertzintza sufrió diversos desperfectos.