Este fuego, según los técnicos de la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía, fue intencionado, ya que se pudieron observar dos frentes iniciales distintos separados por un kilómetro de distancia.

Estamañana permanecían en el lugar de los hechos cerca de un centenar de personas, entre retenes, técnicos y Guardia Civil, además de tres autobombas, que realizan tareas de vigilancia ante la posible reavivación de algún foco.

La extinción de las llamas fue posible gracias a la acción contra incendios que ejerció una carretera de montaña, lo que debilitó el avance de unos de los dos frentes. El más virulento fue sofocado al filo de la diez de la noche.

Este siniestro ha supuesto un importante daño eológico a la zona, una de las más ricas tanto en flora como en fauna de Andalucía.

El fuego arrasó una masa arbórea compuesta por pinos "pinaster" y "halepensis", además de una pequeña extensión de matorral.