Estos datos muestran que el Fisco español recauda por el Impuesto del Patrimonio un 5,5 por cien de los ingresos fiscales que tiene el Estado, frente a una media del 4,6 por cien en los "doce".

A su vez, indican que la tendencia de la presión fiscal en España es opuesta a la seguida en el conjunto de la Comunidad Europa, ya que en el resto de los países miembros la aportación de este tributo a los ingresos de Hacienda era en 1990 igual que en 1980, mientras que en España pasó del 4,6 al 5,5 por cien.

El Impuesto sobre el Patrimonio en España es uno de los más altos de la CE, porque su participación en la recaudación es la tercera más elevada del ámbito comunitario, con un nivel que sólo se supera en Luxemburgo (8,5 por cien del total) y Reino Unido (8,4 por cien).

Por debajo se sitúan países como Francia (5,2 or cien), Grecia (4,8), Irlanda (4,7), Dinamarca (4,2), Holanda (3,7), Alemania (3,3), Bélgica (2,6) e Italia (2,3).

Sólo países alejados del entorno de España y caracterizados por una elevada concentración de grandes fortunas, superan ampliamente el nivel comunitario, como es el caso de Estados Unidos (10,8 por cien), Japón (9), Canadá (9) y Suiza (7,8).