IMPLANTE COCLEAR. RENOVADO EL CONVENIO QUE PERMITE A 10 PERSONAS SER IMPLANTADAS EN EL HOSPITAL UNIVERSITARIO DE GRANADA
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La Fundación ONCE, la Universidad de Granada, el Servicio Andaluz de Salud y la Caja General de Ahorros de Granada han prorrogado el convenio de colaboración firmado el 16 de mrzo de 1992, por el que 10 personas con sorderas totales, de tipo bilateral y coclear, reciben un implante que les permite recuperar la audición.
Según el acuerdo, el Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitario de Granada realiza esta técnica, Fundación ONCE costea los implates, la caja de ahorros se ocupa de la rehabilitación de los niños que hayan sido implantados, el Servicio Andaluz de Salud la de los adultos y la Universidad de Granada facilita apoyo técnico.
En la intervencin, el especialista implanta en el hueso mastoideo un electrodo que, mediante la estimulación eléctrica dirigida al nervio auditivo, produce en el enfermo sordo total una sensación de audición.
Esta técnica no está indicada para todos los pacientes. No puede realizarse a enfermos cuya sordera haya sido causada por la degeneración del nervio acústico, cuando exista una infección crónica del oído medio, cuando la cóclea se encuentre osificada o cuando padezca una malformacion congénita.
El implante oclear comenzó a realizarse en la década de los 60 en los Estados Unidos. Desde entonces, más de 4.000 personas han sido implantadas en todo el mundo y el avance de la electrónica ha permitido miniaturizar el procesador de sonidos e incrementar su capacidad funcional.
El procesador de sonidos y el transmisor forman el sistema externo del implante, que estas personas llevan colgado del cuello y que es alimentado por una batería de 9 voltios y corriente continua.
CONTRAINDICACIONES
En pacientes aultos, los especialistas tienen en cuenta si la sordera es prelocutiva o apareció después de haber adquirido el dominio del lenguaje hablado y escrito.
El primer grupo está integrado por los sordomudos, en los que está contraindicada la técnica, mientras que el segundo grupo está constituido por los potenciales receptores del implante, aunque el pronóstico depende de la antigüedad de la sordera.
En el caso de los niños, uno de los problemas con los que se encuentran los especialistas es el conociiento exacto del grado de sordera, que no se estabiliza hasta los tres años, y la valoración de la influencia del implante en la educación.
Tras la intervención, el paciente tiene que ser sometido a una rehabilitación para que pueda captar y entender de la mejor forma posible todos los sonidos y palabras.
(SERVIMEDIA)
08 Oct 1993
EBJ