Según esta experta, "si después de un implante coclear no se sigue un proceso de rehabilitación, los resultados que se obtienen son muy limitados, ya que la reeducación y el apoyo posterior del implantado son fundamentales para alcanzar un alto rendiiento, especialmente en el caso de pacientes prelinguales que nunca habían oído".

Por otro lado, advirtió que antes de iniciar un implante coclear es necesario valorar al paciente e informarle sobre las posibilidades de audición que podrá alcanzar, en función de las condiciones que presenta.

En opinión de la especialista, estos pacientes pueden llegar a tener una comprensión muy buena de la palabra en unos 15 días, "pero si el paciente ha permanecido sordo durante más de 50 años o si ha perdido l audición cuando todavía no había adquirido el lenguaje oral, el proceso siempre será más lento".

"Lo primero", explicó la doctora Huarte, "es detectar la ausencia o no de sonidos, para después valorar su significado. Luego empieza a determinar la duración de las palabras. A continuación, distinguen las silabas con la ayuda de dibujos o sin ellos y, finalmente, pueden alcanzar una audición bastante nítida".

La implantación coclear es, a juicio de esta experta, un trabajo multidisciplinar que precsa del estudio y apoyo de profesionales de distintos campo.

"Los niños", concluyó la doctora Alicia Huarte, "necesitan completar la cirugía con un complejo proceso educativo en el que, junto a la capacidad auditiva, es necesario desarrollar el lenguaje. Está claro que quirúgicamente puede sustituirse la cóclea, pero no el cerebro. Por eso, los resultados serán más positivos cuanto más pequeño sea el niño, ya que también mayor será su capacidad de asimilación y comprensión lingüística".