Según señaló a Servimedia un portavoz de la clínica, Oteiza "reaccionó fenomenal con muy buen ánim y diciendo que había venido aquí a curarse", al recibir la noticia de la implatación del marcapasos. La intervención comenzó a las cinco de la tarde y duró más de dos horas.

La decisión de implantar el marcapasos al artista correspondió al director del Departamento de Medicina Interna de ese centro sanitario pamplonés, Jesús Prieto, y al consultor de cardiología Eduardo Alegría, tras el resultado de las pruebas médicas que practicaron al paciente esta misma mañana.

El chequeo realizado reveló laexistencia de una disfunción sinusal que producía cambios aleatorios en el ritmo del corazón.

Según explicaron a esta agencia fuentes del centro sanitario navarro, el marcapasos colocado a Oteiza es uno de los aparatos más modernos de la especialidad y su objetivo es estimular las funciones cuando el corazón se para, regulando el ritmo cardiaco.

Las mismas fuentes y portavoces del ámbito familiar confirmron a Servimedia que el anciano escultor sigue muy afectado desde la muerte de su esposa, Itzir, ocurrida el 31 de diciembre pasado.

Actualmente, Oteiza tenía previsto realizar un viaje a los países del Este de Europa antes de retirarse a la residencia de los jesuitas en Lecároz, en el valle del Baztán (Navarra).

El pasado mes de febrero, Jorge Oteiza firmó un protocolo de cesión de su obra al pueblo navarro y actualmente las instituciones de la Comunidad Foral proceden a catalogar las obras de arte donadas por el escultor, que se exhibirán de modo definitivo en el museo de Alzuza, en la isma vivienda de Oteiza, situada a unos 10 kilómetros de Pamplona.