Así lo defendió Illa en su contestación al portavoz de Junts en el Parlament, Albert Batet, durante la respuesta a los grupos parlamentarios y tras su discurso de investidura. El primer secretario del PSC quiso dar “más mérito” a ERC que a su formación por el pacto alcanzado sobre un cupo catalán, pues “ha habido un cambio de posiciones” y “lo que hemos hecho es dar un paso adelante para llegar a un buen acuerdo”.

Asimismo, recordó al diputado de Junts que “hemos incluido algunas cosas que defendían hace unos años” y añadió que “es mejor reunirse que quejarse”, tras las acusaciones de Batet a los socialistas respecto a no llegar a acuerdos con su formación.

Illa tendió una mano a Junts asegurando que se va a esforzar “para que cambie de opinión” y, señaló, que su voto en contra en esta investidura no se lo toma “como algo personal, sino como un estímulo”.

“Espero de ustedes que una buena oposición ayude a formar un buen Gobierno”, dijo para añadir que “el paso del tiempo” les demostrará que lo que este jueves prometió en su discurso de investidura se verá “llevado a la práctica”.

El primer secretario del PSC insistió en “trabajar juntos para normalizar la situación en Cataluña” y recalcó su deseo de “llegar a acuerdos” apoyándose en “un bagaje de una legislatura pasada, donde hemos estado practicando ambas cosas”, en relación a trabajar juntos y a llegar a acuerdos.

Por ello, el candidato señaló que “desde el respeto y los recientes sucesos, miraría hacia adelante para cumplimentar los objetivos porque hay que mirar hacia adelante y hacia Cataluña”.

Illa insistió en que “no se puede parar porque hay muchos retos que podemos aplazar de manera indefinida”, en clara alusión a que Junts no esté pendiente al regreso o no del expresidente catalán Carles Puigdemont.