El salón, que tiene una periodicidad bienal, contará en esta segunda edición con 85.000 metros cuadrados de superficie de exposición, frente a los cerca de 65.000 metrs cuadrados de la primera (dos pabellones más que en 1996), y acogerá presentaciones del máximo interés.

El de 1996 fue el primer Salón del Automóvil que se celebró en Madrid desde el año 1907, cuando tuvo lugar en la capital de España la primera muestra de este tipo celebrada en España, y rompió el monopolio que suponía el Salón de Barcelona, que también se celebra cada dos años (en los años impares).

El Salón del Automóvil de Madrid, que ofrecerá en esta edición, al igual que en la anterior, atactivas ofertas y descuentos en los precios de los coches, tiene, a diferencia del de Barcelona, una finalidad comercial, más que de imagen.

Pese a que en la primera edición había dudas sobre si realmente esta feria serviría para cerrar operaciones de venta, en los diez días que duró el Salón de Madrid se batieron todas las previsiones que barajaban sus organizadores y los expositores, no sólo en cuanto a visitantes, sino también en ventas de vehículos formalizadas en la muestra.

El I Salón del Atomóvil de Madrid fue visitado en 1996 por más de 535.000 personas, cuando el objetivo inicial era de 350.000 personas, y es seguro que en esta segunda edición se superará esa cifra.