IGNORAR LOS ATROPELLOS A LOS INDIGENAS AMERICANOS SERIA UN "GRAN AGRAVIO" EN LA CONMEMORACION DEL QUINTO CENTENARIO, DICE AI
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Los pueblos indígenas de América son una de las grandes víctimas de la política de impunidad de las violaciones de derechos humanos que desarrollan numerosos gobiernos en todo el mundo "y en 1992 nos parece un gran agravio gnorar esta realidad", afirmó hoy en Madrid el presidente de la sección española de Amnistía Internacional, José Manuel Paredes, con motivo de la presentación del "Informe 1992" de esa organización.
AI realizará un llamamiento a la opinión pública con motivo de la Cumbre Iberoamericana, que tendrá lugar en la capital de España los próximos 23 y 24 de julio, y está preparando acciones de sensibilización ciudadana para el próximo trimestre.
Por su parte, Froilán Viteri, representante de la Organizaión de Pueblos Indígenas de Pastaza, perteneciente a la Confederación Nacional de los Indígenas de Ecuador (Conaie), denunció que las formas de atentar contra los derechos indígenas "se han sofisticado en América Latina".
"Ya no se recurre a las masacres directas, sino al envenenamiento del suelo, tierra y aire por parte de las multinacionales", señaló Viteri.
El portavoz de la Conaie explicó que el Gobierno ecuatoriano emplea formas "tergiversadas y prefabricadas" de atentar contra los derechos ndígenas. "En 1990, más de 1.000 compañeros fueron enjuiciados con la acusación de agitar y promover la eclosión social dentro del país", denunció.
ESCUADRONES PARAMILITARES
Viteri aseguró que desde 1990 los terratenientes han creado escuadrones paramilitares "que quieren desarticular el proceso organizativo de las comunidades indígenas".
Indicó que en 170 años de vida republicana en Ecuador "nadie ha declarado zonas de seguridad nacional (ZSN)". Viteri denunció que después de que 148 comunidads indígenas de la Amazonía ecuatoriana realizaran una marcha a Quito para reclamar sus derechos territoriales, el Gobierno declaró una ZSN en esa región que expulsó de sus lugares de vida a 34 comunidades de entre 300 y 500 familias cada una.
El portavoz indígena aseguró que "sin territorio, están condenados a morir". Para él, estas deportaciones son tan devastadoras "como las mismas masacres".
Asimismo, denunció que los dirigentes de las comunidades no pueden moverse libremente para, según las atoridades, que no busquen "el asesoramiento del terrorismo internacional".
Tampoco les están permitidos sus instrumentos tradicionales de caza y pesca, "armas muy peligrosas" para el Gobierno, según Viteri, ni "podemos hacer libremente las reuniones, que están restringidas rigurosamente".
Froilán Viteri pidió que una comisión de prensa internacional se traslade a Ecuador "para que constate la grave situación que los pueblos indígenas estamos atravesando".
(SERVIMEDIA)
09 Jul 1992
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