MADRID

IGNASI RIBAS, INVESTIGADOR DEL CSIC: EN 20 AÑOS "ESTAREMOS EN CONDICIONES DE OBSERVAR UN PLANETA Y DECIR SI TIENE O NO VIDA"

- Así lo afirmó durante la presentación del descubrimiento de un nuevo planeta a 30 millones de años luz

MADRID
SERVIMEDIA

El investigador del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Ignasi Ribas, aseguró hoy que en un par de décadas "estaremos en condiciones de observar un planeta y decir si tiene o no vida" analizando los compuestos químicos de su atmósfera.

Ribas realizó estas declaraciones en rueda de prensa durante la presentación del descubrimiento de un nuevo planeta rocoso extrasolar en la constelación de Leo, a 30 años luz de la tierra, investigación en la que tomó parte también el científico Andreu Font (CSIC) y Jean-Philippe Beaulieu (Institute d'Astrophysique de París).

El planeta, denominado GJ 436c, orbita en torno a la estrella de similar nombre GJ 436, y presenta cinco veces más masa que la Tierra, así como un tamaño superior a ésta en un 50%.

El GJ 436c tarda 5,2 días terrestres en dar una vuelta a su estrella (frente a los 365 días de la Tierra), e invierte 4,2 días terrestres en dar una vuelta sobre sí mismo (cuando la Tierra necesita 24 horas).

La combinación de ambos movimientos lleva a que un día comleto del planeta, es decir, desde la salida de su estrella hasta que vuelve a aparecer, sucede en 4 años planetarios, que corresponde a 22 días terrestres.

METODOLOGÍA

Los investigadores han conseguido explicar la existencia del planeta extrasolar mediante simulaciones informáticas a través del estudio de la órbita de otro planeta ya conocido de esa misma estrella.

En 2004 este planeta no producía lo que se conoce como tránsitos, es decir, el paso del planeta por delante del ángulo de visión situado entre la estrella y la Tierra, y que permite a los científicos detectar al planeta.

Tres años después, en 2007, sí se detectaron estos tránsitos, lo que implicaba que la órbita del planeta había cambiado en este breve espacio de tiempo.

Este hecho, unido a su rara trayectoria elíptica, llevó al equipo que dirige Ribas a simular modelos astronómicos por ordenador, a través de los cuales concluyeron la existencia del nuevo planeta como única explicación a los cambios orbitales del anterior astro.

VIDA EN OTROS PLANETAS

Gracias a esta técnica de detección de planetas, Ribas auguró que, "a corto plazo, vamos a ser capaces de ver planetas todavía más pequeños, y en principio saldrá una fauna impresionante de planetas de distintos tamaños y de distintas órbitas".

Pero el investigador va mucho más allá, y añade que "estamos a quizás no mucho tiempo de ser capaces de detectar vida en otros planetas" a través del análisis de la composición química de su atmósfera.

Existen compuestos químicos, denominados biomarcadores, que se encuentran fuera de equilibrio y que servirían para teledetectar vida en otros planetas.

Por ejemplo, en la Tierra existen compuestos en la atmósfera que no podría existir sin que la vida los pusiera ahí continuamente, como por ejemplo el metano, el ozono y el oxígeno".

En un par de décadas, añade Ribas, "estaremos en condiciones de observar un planeta y decir si tiene o no vida" a través del análisis de estos biomarcadores, pero concluye que "seguramente la vida en otro sitio va a ser muy distinta a la que conocemos aquí; estará más allá de la imaginación".

(SERVIMEDIA)
01 Abr 2008
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