Román Castellano señaló que la existencia del Palmar de Troya, considerada como una secta, perjudica a la Iglesia, ya que, a su juicio, son muchos lo que toman a burla la organización del también conocido como Gregorio XVII.

"Nos duele que a todos los que formamos parte de la Iglesia nos puedan mirar por el mismo raero, cuando nosotros no tenemos nada que ver con Clemente y sus seguidores", explicó a Servimedia.

El arcipreste de Utrera, localidad en la que se encuentra la basílica del Palmar de Troya, aseguró que la Iglesia palmariana no constituye un peligro directo para la romana, porque se ha convertido en "la gran indiferencia".

"Son muchos los que están dentro de la organización, pero de fuera prácticamente nadie acude a sus cultos, tan sólo son visitados, de ven en cuando, por excursiones de extranjers", agregó.

Aunque no guarda una estrecha relación con el Palmar de Troya, el arcipreste de Utrera asegura que sigue de cerca algunos acontecimientos de de la secta de Clemente y confirmó que el polémico Papa tiene su salud delicada, pero que no le impide continuar dirigiendo a sus adeptos.

Asismismo, el arcipreste afirmó que, desde sus comienzos, la secta se ha visto envuelta en continuas sospechas de escándalos, aunque no han sido confirmados, y citó el caso de un sacerdote que se autocastró enseñal de penitencia, tras reconocer que "había pecado", de lo que quedó constancia en un hospital sevillano.

La secta, creada a raíz de las presuntas visiones del entonces auxiliar administrativo y homosexual conocido en los ambientes marginales como "La voltio", cuenta con numerosos inmuebles en el Palmar de Troya y en Sevilla.

Estos conventos están habitados por unos 300 miembros de la también llamada Orden de los Carmelitas de la Santa Faz, entre curas, obispos, cardenales y monjas, además delPapa y su secretario de Estado, el "cerebro gris" de la organización Manuel Alonso Corral.