El acuerdo, que entrará en vigor el 1 de enero, se plasmará en los Presupuestos Generales del Estado, a cuyo contenido concreto espera la Conferencia Episcopal para confirmar que el pacto alcanzado queda correctamente expresado en la ley.

En función del acuerdo, desaparece la dotación directa del Estado a la Iglesia, que se hacía cuando las aportaciones solicitadas por los contribuyentes a través del IRPF no completaban la cantidad establecida en los acuerdos entre el Estado español y la Santa Sede.

El segundo punto del pacto es elevar el porcentaje de asignación establecido en el IRPF, que pasa del 0,5239% al 0,7%.

PAGAR EL IVA

El tercer eje del acuerdo permite al Gobierno y a la Iglesia cumplir con las exigencias de la Unión Europea, que habían reclamado que la Iglesia, en la compra de sus bienes e inmuebles, pagara el IVA como cualquier otro contribuyente. Desde el 1 de enero la Iglesia también pagará IVA.

Con carácter anual, explicó la vicepresidenta, la Iglesia presentará al Gobierno una memoria económica justificativa sobre la distribución del gasto correspondiente a la asignación del IRPF.

La vicepresidenta dijo que el acuerdo "viene a introducir mayor transparencia al sistema y además vincula los ingresos de la Iglesia católica de manera directa y expresa a la voluntad de los contribuyentes".

El Gobierno, añadió, "entiende que éste es un acuerdo muy importante que sienta las bases definitivas para avanzar en el camino de la autofinanciación de la Iglesia Católica en España".

El sistema de financiación de la Iglesia Católica en España nace de los acuerdos entre el Estado y la Santa Sede de 1979.

En el año 1987 se introdujo la aportación de los contribuyentes a través de la casilla del IRPF. Ahora, en 2007, se pondrá fin al régimen transitorio que se ha ido prorrogando con leves modificaciones en los últimos años y se establece un modelo definitivo.