La recomendación está incuida en el "Directorio diocesano de pastoral de exequias" aprobado por el Consejo Presbiteral de la Diócesis de Sevilla, que entrará en vigor el próximo 1 de enero.

El documento pone de manifiesto la preocupación de la Iglesia católica por la disminución de la presencia de las parroquias en el acompañamiento a las familias "en los momentos difíciles de la enfermedad y de la muerte"

Además, asegura que se está produciendo una gran pobreza litúrgica en las celebraciones de exequias, y que muchas failias, cuando fallece uno de sus miembros, se olvidan de acudir a la parroquia para preparar las honras funerales a causa de la gran cantidad de gestiones burocráticas que deben emprender.

El texto también aborda la disyuntiva entre la incineración o la inhumación, para recordar que la Iglesia se inclina por la última, aunque no prohibe la incineración, pero matiza que "son desaconsejables ciertas prácticas de guardar las cenizas en casa".

Finalmente, el directorio marca una serie de pautas para a celebración de la misa exequial, indicando que de ninguna manera se puede sustituir alguna lectura bíblica por otro texto no bíblico.

Asimismo, señala que al inicio de la celebración es mejor entonar "un canto de entrada sencillo y conocido, aunque no sea interpretado con mucha perfección, que no cantar nada".