Según la Comisión de Migraciones del Episcopado español, la Ley de Extranjería o el plazo "generoso" de ampliación para la regularización de los extranjeros no solucionan la situación a la que se enfrentan los inmigrantes en España.

"Hemos de exigir que las leyes sean justas y que se apliquen simpre con equidad y con el máximo respeto a las personas", señala el comunicado. "Más aún, hemos de superar todo legalismo, no conformándonos sólo con lo establecido por las leyes".

La Conferencia Episcopal opina que "una auténtica política de extranjeros, que se base en principios de justicia y solidaridad, ha de conducir a una regulación adecuada de los flujos migratorios mediante una legislación que respete la dignidad de las personas y los derechos humanos, y, por otra parte, a una ayuda generosa yeficaz al desarrollo de aquéllos países".

Por otro lado, en un comunicado de prensa el obispo presidente de la Comisión de Migraciones, José Martín, se pregunta, en relación a los africanos que mueren en el Estrecho de Gibraltar al intentar entrar ilegalmente en España, si no hay nada más que hacer "fuera de echar carnaza a los traficantes de esclavos".

El obispo, tras denunciar la escasa generosidad que los países desarrollados demuestran a la hora de acoger inmigrantes, se refiere a los indocumntados o ilegales, que se ven abocados a vivir en la marginación y "cuyo número aumenta día a día".

En relación con el proceso de regularización de extranjeros en España, recuerda que en 1991 se contabilizaron 300.000 ilegales, de los que 106.000 se sometieron posteriormente al último proceso de regularización, por lo que se pregunta dónde se encuentra el resto.