Religión
La Iglesia llama “ardientemente” al respeto de la dignidad humana “más allá de toda circunstancia”
- La declaración ‘Dignitas infinita’, apoyada por el Papa, critica el aborto y la eutanasia y llama a la inclusión de las personas con discapacidad
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La Iglesia católica exhorta “ardientemente” a que “el respeto de la dignidad de la persona humana, más allá de toda circunstancia, se sitúe en el centro del compromiso por el bien común y de todo ordenamiento jurídico”.
Así lo recoge la declaración ‘Dignitas infinita’ sobre la dignidad humana publicada este lunes por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe de la Santa Sede. En sus conclusiones, el texto remarca que “el respeto de la dignidad de todos y de cada uno es la base indispensable para la existencia misma de toda sociedad que pretenda fundarse en el derecho justo y no en la fuerza del poder”. Pues sobre el reconocimiento de la dignidad humana “se sostienen los derechos humanos fundamentales, que preceden y sustentan toda convivencia civilizada”.
El documento, rubricado por el prefecto del dicasterio, el cardenal argentino Víctor Manuel Fernández y con el visto bueno del papa Francisco, es fruto de cinco años de “un considerable proceso de maduración”, e incluye, según el prelado “importantes aclaraciones que puedan evitar las frecuentes confusiones que se producen en el uso del término ‘dignidad’” y “algunas situaciones problemáticas actuales en las que no se reconoce adecuadamente la inmensa e inalienable dignidad que corresponde a todo ser humano”.
PERSONAS CON DISCAPACIDAD
En este punto ahonda en el drama de la pobreza, la guerra, el trabajo de los emigrantes, la trata de personas, los abusos sexuales (también en la Iglesia), las violencias contra las mujeres, el aborto, la maternidad subrogada, la eutanasia y el suicidio asistido, el descarte de las personas con discapacidad, el cambio de sexo y la violencia digital.
En concreto a las personas con discapacidad, el documento destaca la importancia que dan los relatos evangélicos a esa condición. “Todo ser humano, sea cual sea su condición de vulnerabilidad, recibe su dignidad por el hecho mismo de ser querido y amado por Dios. Por estas razones, debe fomentarse en la medida de lo posible la inclusión y la participación activa en la vida social y eclesial de todos aquellos que, de alguna manera, están marcados por la fragilidad o la discapacidad”, puede leerse en el texto respaldado por Francisco, que añade que “hay que hace lo que sea para salvaguardar la condición y dignidad de la persona humana”.
“La vida es un derecho, no la muerte”, indica la declaración en otro párrafo. El documento ahonda en desmontar expresiones contradictorias como “muerte digna” o “interrupción del embarazo” y pide “llamar a las cosas por su nombre, sin ceder a compromisos de conveniencia o a la tentación del autoengaño”. “El sufrimiento no hace perder al enfermo esa dignidad que le es intrínseca e inalienablemente propia”, remarcó ‘Dignitas infinita’.
La declaración plantea que “los más indefensos e inocentes de todos” son los niños que van a nacer, por lo que la Iglesia alza la voz para declarar que la defensa de la vida por nacer está íntimamente ligada a la defensa de cualquier derecho humano”.
La Iglesia, subrayó el cardenal Fernández, “está profundamente convencida de que no se puede separar la fe de la defensa de la dignidad humana, la evangelización de la promoción de una vida y la espiritualidad del compromiso por la dignidad de todos los seres humanos”.
(SERVIMEDIA)
08 Abr 2024
AHP/gja