María Jesús Aróstegui, elegida por la circunscripción de Guipúzcoa, y Begoña Galdeano, por la de Vizcaya, no han asistido a una sola sesión de la Cámara en la presente legislatura, ni han hecho promesa o juramento de la Constitución, por lo que no han "perfeccionado" -así se denomina en términos parlamentarios- su condición de diputadas.

El Reglamento del Congreso estabece en su artículo 20 que los derechos y prerrogativas de los diputados serán efectivos desde el momento mismo en que sean proclamados electos. Sin embargo, advierte que "celebradas tres sesiones plenarias sin que el diputado adquiera la condición de tal (...) no tendrá derechos ni prerrogativas hasta que dicha adquisición se produzca".

La falta del reconocimiento efectivo como diputadas de Aróstegui y Galdeano tiene también una traducción en la aritmética parlamentaria, ya que el cómputo de la mayorí absoluta se hace sobre 348 diputados y no sobre los 350 que componen el hemiciclo. De esta forma, la mayoría absoluta se sitúa en 175 diputados y no en 176.

Idígoras, por el contrario, asistió al hemiciclo tres veces durante 1990 y 1996 e incluso acató la Constitución "por imperativo legal". El dirigente de HB intervino en estas ocasiones sobre el envío de tropas españolas al conflicto del Golfo, sobre el "caso Roldán" y sobre la dispersión de presos de ETA.

Sus reiteradas ausencias de los pleno y de las comisiones parlamentarias le acarrearon la suspensión de sus derechos económicos, aunque el Congreso siguió haciendo frente a sus cotizaciones a la Seguridad Social, lo que le ha permitido ahora acceder a una pensión de invalidez por valor de 250.000 pesetas mensuales.