Para Llamazares, el PP lleva dos legislaturas recurriendo a la "propagnda nacional de que baja los impuestos, cuando en realidad (...) la presión impositiva ha aumentado sobre los asalariados y los consumidores, mientras que se ha visto reducida de forma significativa para las grandes fortunas".

A su juicio, ahora el PP "trata de vender (...) que ha habido una rectificación hacia la ortodoxia tributaria, cuando lo único que ha hecho Gallardón es dar marcha atrás sobre un impuesto ya aprobado y regulado por la Ley de Haciendas Locales que, precisamente, es el que menos gacia hace a los sectores conservadores y especulativos, principales clientes políticos de este partido".