IBERIA VENDERA PARTE DEL "PUENTE AEREO" A VIVA AIR
- Primero se venderá el "handling" y el programa de reservas "Amadeus"
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Iberia venderá parte del servicio de "Puente Aéreo" a su filial VIVA AIR. Esta es una de las medidas prioritarias que contempla la "cúpula" directiva de la compañía para reducir costes e inyectar dinero, antes de llegar a una situación de quiebra, prevista en torno al mes de mazo, según informaron a Servimedia fuentes del Consejo de Administración de la empresa.
No obstante, los altos responsables consultados aseguraron que en la "lista" de ventas que prevé la dirección figura, en primer término, el negocio de "handling", uno de los más rentables, y "Amadeus", el programa de reservas de Iberia, cuya gestión se traspasaría a la iniciativa privada.
Exactamente, la previsión de la empresa es que Viva Air entre a prestar servicios en las llamadas líneas troncales de Iberia que son las que unen aeropuertos españoles de primer orden con conexión directa al exterior, como es el caso del "Puente Aéreo" (Madrid-Barcelona), o las terminales de Valencia, Palma de Mallorca, Málaga, Sevilla, Santiago, Bilbao, Las Palmas y Tenerife.
La idea es que VIVA AIR compre los derechos de uso de esas líneas a Iberia, consideradas de las más rentables de la empresa, para poder operar con sus vuelos en ellas, aprovechando sinergias y ofreciendo servicios similares a los que ahora presta la irma matríz, pero con una estructura de costes mucho más reducida.
"Con ello", añadieron, "logramos un doble objetivo. Por un lado se obtienen recursos propios para Iberia, y por otro, se logra una reducción de costes operativos, en la línea que la compañía necesita para mejorar su balance".
En cuanto al "handling" (movimiento de pasajeros y equipajes en tierra), es un negocio rentable por el que Iberia, que los gestiona en exclusiva para toda España, salvo en los aeropuertos Canarios, y que apora unos ingresos anuales de unos 40.000 millones de pesetas, y le reporta a Iberia unos beneficios de unos 5.000 millones.
La venta de este negocio, por el que han mostrado su interés grandes grupos empresariales del país, tanto constructoras, como de distribución comercial, e incluso compañías aéreas privadas, supondría para Iberia desprenderse, en el mejor de los casos, de una plantilla de 5.950 trabajadores, ya que los 8.500 que tiene empleados se reducirán en un 30 por cien, cuando en 1997 haya conluido el plan de liberalización de este negocio puesto en marcha por AENA, el ente público responsable de los aeropuertos.
Por su parte, los sindicatos no han tardado en reaccionar al llamado "Plan B" de Iberia, con el anuncio de movilizaciones en la compañía y la búsqueda de apoyo fuera de la empresa. Es el caso de los técnicos de grado medio y superior de la compañía, que han pedido a los diputados del PSOE en el Congreso, José Félix Sáenz Lorenzo y Enrique Curiel, para que fuercen la intervención d este partido en la crisis de la compañía.
(SERVIMEDIA)
24 Nov 1994
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