Sáez señaló que el déficit de explotación previsto para la compañía en 1993 es de 11.000 millones de pesetas y aseguró que "reducir esa cifra no requiere un esfuerzo tan tremendo", para lo cual está en marcha un "plan de choque" cuya finalidad es ahorrar hasta finales de año de 13.000 a 14.000 millones de pesetas. Explicó que, mientras el balance de la compañía siga en números rojos, el grupo aéreo español no estará en condiciones de realizar operaciones exteriores como la posible inversión en la portuguesa TAP, con la que se había especualdo, o un acuerdo con otras operadoras internacionales.

"La impresión que tenemos es que hay que estar atentos a las alianzas en Europa. Nosotros sólos no tenemos tamaño. Pero primero hay que poner a la compañía 'en valor', con beneficios de explotación... pero estamos dipuestos a analizar cualquier oferta de los europeos o de los americanos". Para Saez, Iberia estaría en buena posición para un acuerdo de ese tipo en 1994.

En cuanto a los ajustes que el grupo viene aplicando para reducir sus pérdidas, el vicepresidente de Iberia indicó que el mayor déficit de expotación se produce en los vuelos a japón y los vinculados al centro de distribución de Miami, quela empresa va a cerrar, y añadió que de los servicios actuales, un 60 por cien dan beneficios, y el 40 por cien rroja pérdidas, pero de estos, un 20 por cien "se encuentran próximos al equilibrio".

Para hacer frente a esta situación en un momento de fuerte caída de la demanda, Sáez dijo que el plan de choque procurará reducir los números rojos en las líneas donde se producen, y en Europa, pasaría por "reestudiar algunas líneas, algunos destinos, reducir alguna frecuencia" y aplicar nuevos productos como la denominada Business Class.