En la plataforma, los sindicatos amenazan a Iberia con ejecutar la cláusula de derogación del último Plan de Viabilidad, si la empresa no acomete la ampliación de capital de 20.000 millones de pesetas -la segunda de las autorizadas por Bruselas en 1996- que debía haberse llevado a cabo en el primer trimestre de este año.

El documento, entregado al presidente de Iberia, Xavier Irala, el pasado viernes, día 6 de juio, recoje también la exigencia de que la dirección dé información "puntual y fidedigna" al Consejo de Administración y a los sindicatos sobre las alianzas que está negociando con compañías aéreas europeas y americanas.

También reclaman la entrega "inmediata" a los trabajadores de las acciones por valor de unos 4.000 millones de pesetas, que se pactó como compensación a la congelación salarial de 1993 y 1994, ejercicios para los que estaba previsto reconocer un 20% del IPC. Igualmente quieren que se cncrete la participación en beneficios de años venideros que se había acordado.

Para los siguientes convenios, los cuatro mayores sindicatos de Iberia plantean subidas salariales equivalentes al IPC -un 2,6% en 1997-, y que se extienda el Plan de Viabilidad a las filiales del grupo.

Esto último supone el primer revés a los planes de la dirección, que había solicitado de la plantilla la congelación de los salarios en 1997, 1998 y 1999. A ello sumán además, la demanda de que se recupen parte de los acrificios salariales derivados del anterior Plan de Viabilidad.

Frente a estos planteamientos, los sindicatos muestran su conformidad la reciente política comercial de Iberia basada en la programación conjunta de vuelos para todas las empresas del grupo, aunque ponen como condición que se ofrezcan las máximas garantías jurídicas para los trabajadores.

La principal novedad de esta inicitiva sindical es que por primera vez plantean a Iberia un 'paquete' de reivindicaciones globales rompiendo la tedencia de la negociación por separado en representanción de sus respectivos colectivos. No obstante, se han dado margen para seguir negociando de forma independiente los derechos de sus representados.