A la cita asisten representantes de Iberia, encabezados por el director general, Enrique Donaire, y del Sepla, con el jefe de la sección sindical en Iberia, Bernardo Obrador, entre ellos.

Por parte del Gobierno e instituciones públicas, el secretario de Estado de Economía, David Vegara; el secretario general de Transportes, Fernando Palao, y el presidente de Aena, Manuel Arzuaga.

Pasadas las dos y media de la tarde las partes decidieron darse un respiro para comer y continuarán las negociaciones por la tarde, previsiblemente a partir de las cinco, aunque han quedado en hablar telefónicamente para concretar la hora.

A la salida de esta cita, Obrador eludió hacer declaraciones a los periodistas. Por ahora, las únicas palabras pronunciadas por alguna de las partes proceden del presidente de Iberia, Fernando Conte, que, cuando a las 13,30 horas abandonó el Ministerio de Fomento, apuntó que la reunión "está en marcha".

Fue la única declaración que los periodistas han logrado arrancar a los protagonistas de un conflicto que ha llevado a Iberia a cancelar más de 1.500 vuelos que tenía previsto a partir del lunes hasta el domingo día 16.

Sin embargo, el hecho de que los contactos sigan permiten albergar una esperanza de que la huelga, finalmente, se acabe desconvocando.

Los pilotos reclaman un aval, ya sea de Iberia o del Gobierno, de que todos los representantes del colectivo mantendrán su empleo hasta los 65 años, cuando les llegue el momento de jubilarse.

Iberia rechaza esta demanda, que los pilotos justifican porque temen ser despedidos cuando aumente la actividad de Catair, la aerolínea participada por Iberia que nacerá tras el verano, y dice que los pilotos tratan de limitar la libertad de empresa.