En declaraciones a Servimedia, Martínez Tomey señaló que "se disfrace como se quiera, es una huelga no declarada y esa situación no la permite la ley. Es un conflicto laboral en el que los consumidores son rehenes de estas situaciones".

Según indicó, una huelga tiene que ser anunciada y si no es una huelga, los servicios deben funcionar igual que cualquier otro día. "No se han cumplido las situaciones de trabajo por las cuales se presupone que el consumidor paga y este tio de prácticas no son admisibles en derecho", reiteró.

A su juicio, esta situación está teniendo el mismo efecto que una huelga normal sobre los consumidores, a los que sólo les queda el derecho a la protesta y el pataleo y la impotencia de saberse rehenes.

Añadió que no es admisible que el consumidor ni siquiera haya tenido el mínimo derecho a poder tomar precauciones. "Hay que tomar medidas, porque no se está ejerciendo, con la ley en la mano, la defensa de los derechos de terceros", dijo.

Por último, el portavoz de la OCU advirtió que si esto sigue así, los ciudadanos están expuestos a que cualquier colectivo profesional les tome el pelo. "Las razones no tienen nada que ver, lo que importan son las formas y los procedimientos", concluyó.