"Estamos viendo la posibilidad", dijo Mullor, de llevar a los tribunales el asunto, porque está claro que están haciendo una huelga de celo ilegal, con índices de puntualidad del 30% en el día anterior, con el fin de presionar a la dirección para que acepte sus reivindicaciones en torno al convenio colectivo".

La compañía no va a ceder en sus planteamientos, agregó, y la carta enviada por el presidente de Iberia Xabier de Irala, hace unos días a los pilotos, en la que les informa que se anulará la petición de once aviones Airbus si no hay acuerdo con ese colectivo "va en serio".

"El acuerdo de ampliación de flota incluye una cláusula en la que se condiciona la incorporación de aviones al acuerdo pendiente con los pilotos, y la vigencia de esa cláusula concluye el día 31 de este mes, el próximo viernes", recalcó.

Hay muchas compañías interesadas en llevarse los aviones porque estamos ante una fase de creimiento del negocio, agregó Mullor, e Iberia tendría que platearse una nueva estrategia de servicios a medio y corto alcance y no de una gran operadora internacional.

Respecto a la posible venta de los aviones de Viva Air, para la que se ha anunciado el cierre, Mullor dijo que la integración de los nueve Boeing 737 de Viva en la flota de Iberia depende de que los pilotos de esta última acepten la operación temporal de esos aparatos por sus compañeros.