Situó a la compañía de bandera española en el 'furgón de cola' de las alianzas en Europa o con mayores dificultades financieras, y dijo que Iberia "debe 'limpiar la casa' antes de buscar una alianza estratégica con otra compañía europea" que le dé la dimensión internacional que parecen buscar sus responsables.

Weber, que mantuvo un encuentro con periodistas, dibujó a título personal un esquema de cómo puede quedar el 'mapa europeo del transporte aéreo', y perfiló 4 ó 5 granes grupos encabezados por British Airways, Lufthansa y sus asociadas, KLM , Swisair y sus aliadas, más uno o dos que pudieran resultar del colectivo que forman Iberia, Air France, Olimpic y Alitalia, si no se suman a los anteriores.

En ésta línea, calificó de "una idea brillante" que British Airways participe en Iberia, y agregó que el acuerdo existente entre la compañía española y United Airlines no pondrá en peligro la alianza entre esta compañía norteamericana y Lufthansa, que calificó de muy buenay estable.

Con lo que no se mostró de acuerdo es con la política de rebaja de precios por debajo de coste que algunas compañías europeas hacen aprovechando la obtención de ayudas públicas. Al poner ejemplos guardó silencio en el caso de Iberia, y apuntó que sí es el caso de "un vecino de España, un poco al norte -en referencia a Air France- que está haciendo cosas inaceptables y hemos presentado quejas en Bruselas".

También reconoció la existencia en el pasado de contactos entre Lufthansa e Iberi para suscribir un acuerdo, con la idea de que la empesa española cubriera a la alemana en los destinos latinoamericanos, y la germana a Iberia en los vuelos a Asia, pero precisó que los estudios técnicos revelaron que no era rentable porque "el potencial de ambos mercados no daba para más".

No obstante, Jürgen Weber precisó que siempre es posible una alianza en aspectos concretos, y precisó que uno de ellos podría ser el sistema de contrataciones y reservas 'Amadeus' de Iberia.

Sobre esta cuestin, el presidente de Lufthansa dijo que se está estudiando la posibilidad de traspasar a la española Spanair, controlada por su aliada SAS, todo el sistema central de reservas de la compañía alemana, emplazándolo en Palma de Mallorca y con un servicio de 24 horas.