Según estas fuentes, con esta decisión se pretende otorgar a la negociación del plan ante las autoridades comunitarios un peso político, y dejar claro desde el principio que el Gobierno plantea las conversaciones com una cuestión que afecta a los intereses generales de la economía española y en concreto al sector estratégico del transporte aéreo.

No obstante, el protagonismo de Borrell no impedirá que cuente con la asesoría directa del futuro presidente de la compañía, hasta ahora consejero delegado, Juan Sáez, cuyo nombramiento se producirá en el Consejo de Administración de Teneo e Iberia a celebrar a finales de mes, así como del máximo responsable del grupo de empresas públicas, Javier Salas.

El principalobstáculo de la negociación será la autorización de la Comisión a una ampliación de capital por importe de 130.000 millones de pesetas que la compañía necesita para sanear su balance afrontar su reorganización.

Los contactos informales mantenidos hasta ahora entre responsables del grupo y la comisión para presentar el plan de Iberia han servido, al menos, para que el nuevo comisario de Transportes europeo, el laborista británico Neil Kinnock, acepte la posibilidad de esta segunda ampliación, -en 1992 a se aprobó otra de 120.000 millones- justificándolo en motivos ajenos a la gestión de la empresa.