En declaraciones a Radio Nacional, Mullor se declaró esperanzado de que los pilotos "hayan recapacitado y visto realmente la quese nos puede venir encima, en el caso de que no seamos capaces de arreglarnos".

Según el director general de Iberia, la compañía no vería otra salida, en caso de desacuerdo con el Sepla, que la apuntada por el ministro de Industria, Josep Piqué, en el sentido de acudir a los tribunales para que resuelvan las diferencias.

Tras señalar que el aviso de Piqué de acudir a los tribunales "es muy serio", adelantó que "la empresa aceptaría cualquier cosa que puedan decir los jueces".

Para el alto ejcutivo de la compañía aérea, el enconamiento del conflicto se debe a que los pilotos pretenden mantener la capacidad de intervenir en la gestión, y de decidir sobre los negocios en los que debe o no debe estar Iberia.

Estas garantías se les dieron a los pilotos hace años, explicó Mullor, cuando era lógico hacerlo porque se les pedía un esfuerzo de salarios y productividad en un momento en el que la compañía estaba en quiebra, "pero hoy no tienen ninguna justificación y deben desaparecer esas limitacioes a la capacidad de gestión".