La compañía, que considera que los pilotos están en huelga de celo, asegura que "es la primera intereada" en cerrar lo antes posible la negociación del convenio colectivo, y señaló que para eso mantiene conversaciones ininterrumpidas desde el pasado 7 de febrero.

En este sentido, Iberia consideró "inadmisible que se utilice la proximidad de la salida a Bolsa como medio de presión para obtener ventajas inasumibles por la empresa".

Según la compañía presidida por Xabier de Irala, a partir del 26 de febrero, fecha en la que los pilotos decidieron hacer un cumplimiento estricto del convenio, las cots de puntualidad de la compañía descendieron paulatinamente. De esta forma, la puntualidad registrada por los aviones de Iberia el pasado 1 de febrero era del 77,5%, mientras que el 1 de marzo, la puntualidad fue del 43%.