Según informó la compañía, el propósito de este foro mundial es buscar un consenso, durante los próximos tres años, sobre los aspectos científicos, económicos y políticos que resultan críticos para la definición de iniciativas públicas en relación con el cambio climático.

Para poder concentrarse en los temas de largo plazo, la MRGCC se ha fijado un horizonte de 50-100 años, que va mucho más allá que el Protocolo de Kioto. Así, en el primer año va a tratar especialmente los temas científicos, en el segundo los avances tecnológicos y de ingeniería necesarios, para acabar al tercero con políticas y objetivos.

Además, la Mesa Redonda presta especial atención a las tecnologías, con el objeto de que permitan una transición hacia sistemas energéticos de baja emisión de gases de efecto invernadero, incluyendo fuentes renovables y eficiencia en generación y distribución, en línea con la estrategia emprendida por Iberdrola en 2001.

La MRGCC congrega a un centenar de gobiernos, asociaciones y empresas, entre las que se encuentran el Gobierno de Islandia (líder mundial en la adopción de medidas para reducir la emisión de gases de efecto invernadero), la Agencia Internacional de la Energía (AIE), General Electric, BP, Shell, Citigroup y Toyota.