Estos resultados, los prieros que ofrecen los responsables de la firma energética después de la integración de Iberduero e Hidrola el pasado mes de junio, representan un aumento en la cifra de negocio de la compañía del 9,3 por ciento, situándose en los 543.245 millones de pesetas.

Tras el acuerdo de integración alcanzado por las dos empresas eléctricas hace unos meses, se constituyó Iberdrola, sociedad "holding" compuesta por Iberdrola I e Iberdrola II.

La inversión en instalaciones realizada por el grupo en los nueve pimeros meses ascendió a 51.355 millones de pesetas, mientras que la financiera se situó en 16.405 millones.

Para los responsables de Iberdrola, estos resultados son la principal consecuencia de un aumento de la demanda energética que afecta a la empresa del 3,2 por ciento, del mantenimiento de los gastos de estructura, de una rebaja del 2,4 por cien de los costes financieros y "un leve incremento de las amortizaciones".

El "cash-flow" (beneficios más amortizaciones) generado por la empresa en el ismo periodo asciende a 62.711 millones de pesetas, un 29,4 por ciento más que el obtenido hasta setiembre del año anterior.

Según Iberdrola, las condiciones climáticas están determinando para Iberdrola I un año de hidraulicidad prácticamente igual a la de un año medio, lo que unido al aumento del 12 por cien en la producción nuclear "hacen prever unos costes más ventajosos" para el conjunto del año.

En el caso concreto de Iberdrola I, los resultados arrojan un beneficio antes de impuestos hasta etiembre de 39.419 millones de pesetas, con un volumen de empleo de 6.961 personas, 109 puestos de trabajo menos de los existentes antes de la integración.

Hasta esa fecha, las inversiones materiales en instalaciones alcanzaron los 22.318 millones de pesetas, mientras que la inversión financiera supuso un desembolso de 261.566 millones de pesetas, incluidos los cerca de 245.000 millones que hubo que abonar para atender a la OPA sobre Iberdrola II.