En un encuentro con informadores previo a la junta de accionistas de la compañía eléctrica que tiene lugar mañana en Bilbao, Oriol y Herrero incluyeron en el "paquete" de desinversiones posibles para financiar sus planes, el 3,5% del capital de Repsol que posee la eléctrica.

Según el informe de gestión de Iberdrola para la junta, dicha participación de la eléctrica en Repsol-YPF le ha costado, entre inversión inicial y una posterior ampliación de capital, un total de 118.000 millones de pesetas, por l que una eventual venta del "paquete" accionarial le reportaría unas plusvalías de unos 32.000 millones de pesetas.

Herrero calificó la participación en la petrolera, la más importante de España y una de las diez mayores del mundo, de "inmovilizado financiero", ya que no se trata de una presencia ligada a un proyecto industrial conjunto, ni tanpoco de un negocio que pueda consolidarse en el balance de Iberdrola.

Estas manifestaciones de los máximos responsables de la eléctrica se producen sólo uns meses después de los fuertes rumores sobre una OPA que Repsol habría lanzado sobre la eléctrica vasca, y cuyos responsables habrían logrado abortar con la ayuda de otras eléctricas para evitar una concentración excesiva en el sector energético español. La petrolera desmintió esos rumores.

A pesar de ello, tras las pasadas Navidades, Iberdrola anunció que su plan de desinvertir en la Corporación IBV, participada al 50% por la eléctrica y el BBVA. Esta entidad comparte la condición de principal accionsta tanto en la eléctrica (7,5%) como en la petrolera (en torno al 10%).

La posible venta del "paquete" de Repsol se sumaría a anuncios anteriores de desinversión mediante salidas a bolsa de Apex 2000, la filial inmobiliaria que valor en más de 100.000 millones de pesetas; de Gamesa, empresa de fuerte prensencia en el sector español de bienes de equipo y aeronáutica; e incluso de Internet y Telecomunicaciones, la filial en la que planea integrar todos sus negocios en estos dos sectores.

No obstane, la eventual salida a bolsa de los negocios de Iberdrola en el sector de las nuevas tecnologías, no es probable que se produzca durante este año, ya que la eléctrica anda inmersa en un ambicioso plan de expansión en telecomunicaciones, que le llevará a invertir 150.000 millones de pesetas en cuatro años.

Además, la empresa dice contar con los 180.000 millones de pesetas que preveía destinar en los próximos cuatro años al consorcio Movi2, el proyecto de telefonía móvil de última generación que comparía con Uni2 y que no ha obtenido la cuarta licencia otorgada por el Gobierno justo antes de las pasadas elecciones.

En el terreno estrictamente energético, Iberdrola acaba de obtener licencias de construcción de dos plantas de generación eléctrica en Monterrey -México- que, según sus responsables, consolidarán la presencia internacional del grupo.

La Península Ibérica, a través de su alianza con Electricida de de Portugal (EDP) y la petrolera lusa Galp, y America Latina -con su destaca presencia n México y Brasil-, son dos de los polos principales de crecimiento internacional que la eléctrica vasca se ha planteado desarrolar en los próximos cuatro años.

Iberdrola también admite haberse fijado en el mercado de Estados Unidos, por su proximidad a México y Brasil, y la posibilidad de encontrar importantes sinergias con empresas norteamericanas.

Sin embargo, el presidente Oriol zanjó las preguntas de los informadores sobre una eventual alianza en este sentido con la empresa Florida Power, obeto de ruomres e informaciones en los últimos días, con un escueto "sin comentarios", que sólo explicó con el argumento de "no puedo decir nada porque no hay nada" y por respeto a las leyes de los mercados de valores".

La compañía eléctrica admite tener un plan de inversiones internacional, sobre todo para Latinoamérica, de 80.000 millones de pesetas anuales durante el periodo 2000-2004. En total, se trata de destinar 330.000 millones de pesetas, que se sumarían a los 534.000 millones que dice haber cmprometido ya en la zona.

Las compañía eléctrica obtuvo el año pasado un beneficio neto de sus negocios exteriores de 444 millones de pesetas, y su objetivo es lograr por el mismo concepto unos 30.000 millones en el 2004.