Ese dinero serviría a su vez para pagar el 34,5% de la OPA sobre Endesa, unos 7.800 millones, que se pagaría en efectivo, mientras que el 65% restante se abonaría con acciones de Gas Natural, según explicó hoy en rueda de prensa el consejero delegado de Gas Natural, Rafael Villaseca.

Según la normativa de competencia, el resultado de la absorción no debe dar lugar a una posición de dominio en los mercados de gas y electricidad mayor que la que ya tienen actualmente Endesa y Gas Natural por separado.

"Resulta fundamental resaltar que hoy la posición de Gas Natural en electricidad es mínima, 3,5%, y la posición de Endesa en gas es mínima, 4%. Por lo tanto, no estamos asistiendo a la desaparición de un competidor, porque no existe", subrayó Villaseca.

"Por lo tanto, cuando el regulador hubiera planteado las desinversiones no hubiera ido tan allá porque no era necesario; nuestro planteamiento, que como hemos explicado está muy estudiado, va más allá y ofrece medidas que permiten reestructurar el sector mucho más de lo que hubiera sido estrictamente indispensable", reiteró.

Gas Natural prevé desinvertir en España, si prospera la operación, unos 4.500 MW en centrales térmicas de carbón; desprenderse de 1,25 millones de clientes de gas y 600.000 clientes de electricidad. Fuera de España, se venderían activos de Endesa en Francia e Italia.