El proyecto ha conseguido devolver al entorno el aspecto natural existente antes de que se construyeran en las décadas de los 40 y 60 aprovechamientos hidroeléctricos, eliminando restos de instalaciones actualmente en desuso.

Gracias a un presupuesto de 2 millones de euros, los ibones de Ip, Arrieles, Respomuso, Bachimaña, Brazatos, Bramatueros, Azules, Marboré y Urdiceto ya han sido acondicionados y también han comenzado los trabajos de limpieza en el de Campoplano.

En una segunda fase se acometerá el mismo proyecto en el Ibón de Llauset, en la localidad altoribagorzana de Aneto- Montanuy, que contará con una inversión de 1,1 millones y cuyos trabajos se realizarán a lo largo de los dos próximos años.

El convenio marco de colaboración que ha posibilitado la regeneración medioambiental de esta zona del Pirineo fue suscrito en octubre de 2004 por el Gobierno de Aragón, la Confederación Hidrográfica del Ebro, Ibercaja, Endesa y los ayuntamientos de Canfranc, Sallent de Gállego, Panticosa, Bielsa y Montanuy.

Junto al presidente aragonés, hoy han visitado el ibón de Urdiceto el presidente de la Fundación Endesa, Rodolfo Martín Villa; el presidente de Ibercaja, Amado Franco; el presidente de Endesa, Manuel Pizarro, y los alcaldes de los mencionados ayuntamientos pirenaicos.

El acto tuvo lugar en el embalse de la Central Hidroeléctrica de Urdiceto, propiedad de Endesa, situada a 1.952 metros de altitud. Esta central, puesta en servicio en 1930, cuenta con una potencia máxima de 7 MW y una producción media anual de 2 millones de KWh.