Ibarretxe comenzó su discurso recordando que el año 2008 ha sido "duro" y vaticinando que el 2009 "será aún más complicado", Pese al mal augurio, aseguró que su intención es dar "un mensaje de esperanza y de confianza" a la sociedad vasca.

"Al pueblo vasco nunca nadie nos ha regalado nada. Hemos tenido que sudar la gota gorda para avanzar, política, económica y socialmente. Y una cosa es segura, en el futuro seguirá siendo así", indicó.

Tal y como lo tenía redactado antes de producirse el atentado de esta mañana, Ibarretxe dedicó una buena parte de su discurso a hablar de cómo salir de la crisis económica y sólo al final de su intervención se refirió a que en el País Vasco "nos falta la paz".

Abogó por "seguir avanzando en mostrar sincero reconocimiento y cercanía a las víctimas de la violencia y del terrorismo" y por "apoyar y comprometernos con las personas amenazadas".

A ETA sólo le dedica una palabra: "ETA kampora", o lo que es lo mismo, "ETA fuera de nuestras vidas". "No sigas destrozando nuestro corazón y ensuciando el nombre de nuestro pueblo", instó.

En este punto, Ibarretxe tuvo un recuerdo para los cuatro asesinados por la banda terrorista en los últimos 12 meses: Isaías Carrasco, Juan Manuel Piñuel, Luis Conde de la Cruz e Ignacio Uria.

También expresó su solidaridad con el "horrible sufrimiento" de sus familias esta Navidad y les envió "un recuerdo y el abrazo de toda la sociedad vasca".

El lehendakari terminó su discurso atribuyendo los aciertos de su gestión a que "hemos hecho lo que debíamos" y pidiendo "disculpas" por "los errores que también hemos cometido" y que en todo caso son producto de haber "trabajado honestamente por este país cada día".