Ibarretxe hizo esta afirmación en su discurso de fin de año, en el que dijo terminar 2007 "con una mezcla de frustración y esperanza" y reconoció que la ruptura de la tregua por parte de ETA, con los atentados que la han acompañado, "nos ha vuelto a amargar la Navidad, generando un clima de indignación y hartazgo en la sociedad vasca".

"Pero también es cierto que no estamos dispuestos a dejarnos arrastrar de nuevo hacia el pasado destructivo", señaló el lehendakari, y añadió que "ni ETA ni nadie van a conseguir arrebatarnos la esperanza de salir definitivamente del túnel de la violencia y encontrar una solución pacífica y democrática al conflicto vasco".

"Sinceramente, yo no creo en una solución basada en las ilegalizaciones, en la no aplicación de todos los derechos humanos a todas las personas, a los presos también. No creo en una solución basada en el recorte de los derechos civiles y políticos, en la exclusión de una parte de la sociedad vasca", indicó Ibarretxe.

A su juicio, la sociedad vasca "está cansada de la lacra del terrorismo y aburrida de que desde la política no ofrezcamos salidas".

Tras señalar esta falta de soluciones, Ibarretxe defendió de nuevo su propuesta de consulta popular. "Yo creo que hay una salida", señaló, y se mostró convencido de que 2008 será "una año trascendental" que permitirá a la sociedad vasca "romper la espiral destructiva y lograr la normalización política"

"Entre todos vamos a abrir un nuevo ciclo histórico para construir un futuro de convivencia sobre tres pilares: paz, diálogo y decisión", aseguró el lehendakari.

"¡ESTO TIENE QUE ACABAR!"

Ibarretxe dijo que "ETA mancha el buen nombre del pueblo vasco" y exigió a la banda terrorista "su desaparición" porque "¡esto tiene que acabar!", exclamó.

Por eso, cree que ha llegado el momento de que "ETA escuche la voz del pueblo y respete su voluntad", pero también la hora del diálogo "entre todos". "Nunca podremos construir un futuro de paz y de normalización política criminalizando y persiguiendo el diálogo", afirmó el lehendakari.

"He manifestado en numerosas ocasiones mi compromiso para hablar de todo y con todos, sin exclusiones. Y estoy dispuesto a llevar este compromiso hasta sus últimas consecuencias jurídicas y políticas", advirtió el jefe del Ejecutivo vasco.

En este sentido, Ibarretxe indicó que "diálogo y acuerdo es la oferta que he transmitido al presidente del Gobierno español", José Luis Rodríguez Zapatero, pero advirtió de que si esa propuesta se rechaza "no nos quedaremos de brazos cruzados, seguiremos adelante".

"El derecho a decidir del pueblo vasco, consultar a nuestra sociedad y respetar su decisión, sea la que fuere, es la base de la democracia y la 'clave de bóveda' para solucionar el problema vasco", afirmó Ibarretxe.

Dentro de este proyecto de consulta a los vascos, el lehendakari se mostró convencido de que la sociedad de Euskadi "va a obligar a ETA a parar definitivamente", a la vez que va a exigir a los políticos que abandonen "la crispación y abramos un proceso de diálogo para alcanzar un acuerdo democrático en un plazo de tiempo determinado".

Este plazo viene marcado por su propia propuesta. "El próximo 25 de octubre será la sociedad vasca la encargada de poner en marcha el reloj, seremos cada uno de nosotros la llave democrática capaz de abrir un proceso que nos traiga la paz y la normalización política", dijo Ibarretxe.

"Nadie nos traerá soluciones que no encontremos nosotros mismos. Dejemos de mirar a ETA, a Madrid, a París o a Bruselas. Debemos tomar conciencia de que somos nosotros la llave de nuestro propio futuro", afirmó por último el lehendakari.