Durante su tradicional discurso de Nochevieja, Ibarretxe se mostró "convencido" de que en el próximo año se dispondrá de una "oportunidad" para alcanzar la paz y que "tendremos que aprovecharla".

"Hay que dar pasos. Todos tenemos que dar pasos. Tenemos que arriesgar. Tenemos que actuar con valentía política. Y yo, como 'lehendakari', el primero de todos", agregó.

El "lehendakari" instó al Gobierno de Rodríguez Zapatero a que dé esos pasos, asuma su "responsabilidad" y desarrolle "una política penitenciaria respetuosa con los derechos humanos que mejor contribuya al proceso de paz".

Ibarretxe también exigió a los partidos y representantes políticos vascos que den pasos y se impliquen "activamente en un diálogo sin exclusiones con el objetivo de alcanzar acuerdos" para buscar la paz.

"Tenemos que hablar más entre nosotros y menos en los medios de comunicación", agregó el "lehendakari", quien apostó por "sentarnos en una mesa, sin vetos y sin exclusiones". "Tenemos que ser capaces de alcanzar un acuerdo democrático" para el futuro.

Garantizó que el Gobierno de Vitoria va a ser un "agente activo y dinámico para avanzar en el diálogo sin exclusiones y en la búsqueda de acuerdos con todos los partidos políticos para aumentar el bienestar del conjunto de la sociedad vasca".

Una vez conseguido ese objetivo, el "lehendakari" insistió en la vigencia del "plan Ibarretxe" y en la celebración de un referémdum para que la sociedad vasca se pronuncie sobre el futuro de Euskadi.

Pero para lograr la paz no basta con desearla, dijo Ibarretxe, sino que "hay que trabajarla" y, para ello, hay que "seguir hablando con todos, desde el Partido Popular a Batasuna, porque todos somos necesarios y todos somos parte de la solución". "No sobra nadie en la construcción de Euskadi", agregó.

En su mensaje de despedida de 2005, el jefe del Ejecutivo de Vitoria aseguró que el País Vasco está inmerso en un proceso que resulta "imparable", a pesar de los "muchos altibajos y dificultades" que hay que superar, debido al movimiento de todas las partes.

De la banda terrorista ETA resaltó que avanza en la no violencia y en favor del diálogo. Subrayó que supone "un mensaje de esperanza" que la organización terrorista lleve dos años y siete meses sin atentados mortales, aunque admitió que sigue colocando bombas, amenazando y extorsionando.

Instó a la organización criminal a que dé "el paso definitivo", sea "valiente" y manifieste "de forma clara e inequívoca su voluntad de poner fin a la violencia y a la extorsión, de una vez y para siempre".

Por otra parte, el "lehendakari" apuntó que, para conseguir esa paz, "afortunadamente" no se parte de cero, sino que se dispone del "plan Ibarretxe", que, a pesar del rechazo que encontró en el Congreso de los Diputados, mantiene "toda su vigencia política y constituye una aportación fundamental" a la solución del conflicto vasco.

Además, Ibarretxe defendió que su propuesta estatutaria ha tenido "la virtud de abrir el camino para que otras naciones del Estado reivindiquen sus derechos".