Ambas residencias se construyeron a partir de convenios firmados entre la Caja de Badajoz y las asociaciones de padres de autistas y paralíticos cerebrales de la provincia, APNABA y ASPACEBA. Las asociaciones aportaron los solares y la caja se comprometió a construir los edificios y equiparlos para su uso una vez terminados.

La residencia para niños autistas, con una superficie d 2.125 metros cuadrados y ubicada en la calle Juan Miró de Badajoz, ha sido concebida para atender a 50 alumnos externos y 18 en régimen de internado.

El centro, presupuestado en 139 millones de pesetas, consta de tres plantas, una baja, donde están las oficinas, aulas, gimnasio, sala de música, audiovisual, cocina y comedores; la primera planta, destinada a la zona de juegos y reuniones, y la segunda, donde se ubican los dormitorios y salones para los internos.

Por su parte, la residencia para pralíticos cerebrales tiene capacidad para 60 alumnos y en los 1.551 metros cuadrados de superficie del edificio, situado en la calle Gerardo Ramírez Sánchez de Badajoz, se han construido gimnasios, talleres, aulas de logopedia o psicomotricidad. El coste de este edificio ha sido de 132,5 millones de pesetas.