En 1999, un ciudaano medio de Extremadura recibió en prestaciones del Estado y la Seguridad Social (pensiones, subsidios de desempleo y otras) 156.723 pesetas más de lo que aportó mediante impuestos directos y cotizaciones sociales.

Así se pone de manifiesto en el informe "Magnitudes Económicas Provinciales. Años 1985 a 1999", realizado por la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS), bajo la dirección del profesor Julio Alcaide.

En 1999, la segunda comunidad beneficiaria de los mecanismos de redistribución delEstado del Bienestar fue Galicia, con un saldo neto de 116.666 pesetas por ciudadano, seguida de Andalucía (104.406), Asturias (97.822), Murcia (94.059), Castilla La Mancha (91.652), Castilla y León (74.022), Ceuta y Melilla (68.517), Cantabria (63.291), Comunidad Valenciana (30.029) y La Rioja (3.256).

Por contra, la comunidad que más aportó a la solidaridad interregional a través de las cuentas públicas fue Madrid. Cada madrileño aportó, en promedio, 240.662 pesetas a las comunidades pobres, Le sigun el País Vasco (85.004 pesetas), Canarias (68.732), Cataluña (68.550), Baleares (16.630), Navarra (13.731) y Aragón (10.872).

El informe de la FUNCAS asegura que estas cifras demuestran "el efecto redistributivo del sector público, en la medida en que las provincias que perciben en mayor proporción las transferencias públicas dinerarias son las menos desarrolladas, mientras que las que reciben transferencias públicas en menor proporción son las más desarrolladas. Un hecho que deberían tener muy presete las autoridades autonómicas, ya que muestra la política de solidaridad nacional que viene practicándose en los últimos quince años".

En estos datos no se incluyen las transferencias públicas en especie, como la enseñanza o la sanidad, que todavía no están incorporados a las estadísticas referidas a las transferencias de renta de unas comunidades a otras.

En todo caso, la redistribución de la renta mediante el sistema de impuestos y transferencias públicas reduce sensiblemente la diferencia de iqueza personal entre Extremadura y el promedio español.

Así, el PIB per capita de Extremadura era en 1999 el más bajo de España, equivalente al 68,2% de la media española. Sin embargo, gracias a las transferencias públicas, la renta familiar bruta disponible representa un 76,6% de la media española, y es la penúltima, por delante de la andaluza, que se sitúa en el 75,4%.