En declaraciones a Servimedia, Guerra aclaró que la sensación del sector hostelero, que conforman unos 300.000 comerciantes, es que la reforma del IAE es buena para los más pequeños, "los más deprimidos y necesitados", si bien es mala para las empresas de medio tamaño, que en el sector son unas 100.000.

Los hosteleros lamentan que el Gobierno mantenga un impuesto sobre la actividad "porque sí", sin tener en cuenta las neceidades de las pymes y si éstas tienen o no beneficios. "Hay que pagar por lo que se gana y no por la mera actividad", se quejó.

Además, Guerra denunció que el nuevo modelo de financiación local deja libres a los ayuntamientos para subir el IBI, lo que harán muy probablemente, según auguró, en detrimento de los ciudadanos y también de los pequeños comerciantes.