Cientos de personas, entre familiaresy amigos de los fallecidos, autoridades regionales, el ministro de Industria, Juan Manuel Eguiagaray, en representación del Gobierno central, y numerosos ciudadanos acudieron al templo para rendir homenaje a los fallecidos.

El Príncipe fue recibido a la entrada de la catedral por el presidente del Principado, Sergio Marqués, y el delegado del Gobierno en Asturias, Manuel Ponga.

Durante la homilia el arzobispo de Oviedo afirmó que este suceso debería suponer "un aldabonazo para la conciencia de toos, no sólo por las condiciones en las que trabajan los mineros asturianos, sino por todos los trabajadores que desarrollan su actividad con elevado riesgo".

Asimismo el arzobispo incidió en la difícil explicación de un accidente ocurrido en pleno siglo XX que se cobraba catorce vidas por un explosión de grisú, pero que "poco importaban las causas. "El hecho esta ahí, con todo el patetismo y la crueldad de los catorce muertos, con el dolor de tantas familias rotas y la desazón de los mineros asturiano que lloran la desaparición de sus compañeros".

Tras la misa, el Príncipe de Asturias acompañado del presidente del principado y del titular de Industria dió personalmente el pésame a los familiares de las víctimas.

El ministro de Industria aseguró tras el funeral que "los criterios económicos nunca han restado esfuerzos desde el Gobierno en las medidas de seguridad en Hunosa y no vamos hacerlo ahora, sino todo lo contrario".

MEJORA LA SEGURIDAD, SEGUN EL MINISTRO

Añadió que a pesar de lasdificultades de explotación en Hunosa, las estadísticas de seguridad en la empresa estatal minera ha mejorado en los últimos años con más inversión por persona y con más formación profesional.

Por su parte, el secretario general de SOMA-CIA-UGT, José Angel Fernández Villa, agradeció a Eguiagaray el gesto de reunirse con los sindicatos mineros tras el accidente. Los sindicalistas transmitieron las impresiones del suceso sobre el que ya han iniciado una investigación.

Fernández Villa dijo que la acitud del ministro contrastaba con las de las autoridades del Principado que "no se han dirigido para nada a las centrales sindicales".

Según informaron fuentes de Hunosa, la investigación sobre las causas que ocasionaron la explosión de grisú tiene muchas incognitas ya que una gran quiebra esta tapanado la zona donde puede estar la clave del accidente.

La explosión, según las mismas fuentes, pudo producirse en una zona donde no había ningún minero trabajando, pero que afectó al lugar donde estabalos trabajadores fallecidos y ha descartado que se tratara de un fallo humano.

Por otro lado los cuerpos de los cuatro mineros de nacionalidad checa han sido repatriados esta misma tarde a su país de orígen.