El responsable del Ministerio de Industria presentó en la capital asturiana, junto al presidente de Hunosa, Eduardo Abellán, y la consejera de Medio Ambiente y Urbanismo del Principado de Asturias, María Luisa Carcedo, el esquema director para la reutilización de los activos ociosos de la empresa.

Hunosa y el Principado han acordado crear conjuntamente una fundación de carácter ecológico-recreativo que se centrará en la recuperación del medionatural, en 1.758 hectáreas de los activos ociosos, lo que supone un 85 por ciento de la totalidad de los espacios calificados como no rentables.

Por otra lado, se constituirá una sociedad anónima, en la que participarán ambas instituciones, a la que se aportará como capital social aquellos activos susceptibles de aprovechamiento económico y social en un total de 230 hectáreas y 46 edificios y que dejará paso también a la iniciativa privada para el aprovechamiento de espacios destinados a necesidades ocioeconómicas y suelo urbanizable.

Asimismo, se destinará a experiencia piloto otras 66 hectáreas sobre las que se establecerá igualmente un derecho de superficie en favor del Principado de Asturias.

El presidente de Hunosa aseguró que "con este esquema queda cerrado el capítulo de usos y posibilidades de aquellos activos ociosos que han levantado muy distintas y diversas expectativas, que a partir de hoy deben quedar definitivamente aclaradas".

En la actualidad, Hunosa alberga actividades ropias de la empresa en 350 hectáreas, mientras que otras 2.400 pertenecen a activos ociosos que hasta el momento tienen un estado de semiabandono por cese de actividad minera o por terrenos de antiguas explotaciones a cielo abierto.

La tasación de dichos terrenos es de 2.000 millones de pesetas, aunque su valor contable asciende a 1.200 millones y comprende terrenos enclavados en los concejos de Oviedo, Mieres, Langreo, Siero, Aller y San Martín del Rey Aurelio.

La sociedad anónima que se constiuirá entre el Principado y Hunosa para la gestión del futuro suelo urbanizable deberá tener un capital máximo de 1.400 millones de pesetas "como fondo de maniobra", según Juan Carlos Girbau, quien añadió que esta entidad "no nace con vocación de crear numerosos puestos de trabajo, sino que su objetivo es la gestión de dichos activos y que los costes y gastos sean mínimos".

Girbau aseguró también que esta sociedad debe estar abierta a la iniciativa privada, "que es quien también debe implicarse en estetipo de proyectos de recuperación social y económica, y, en definitiva, de reindustrialización de Asturias".