Tres horas de entrevista en la sede del ministerio, pedia por el consejero vasco para conocer de primera mano el plan, no sirvieron para que la responsable de Educación convenciera a su interlocutor sobre las bondades del proyecto.

Al término de la reunión, Oliveri fue categórico al señalar que el Gobierno vasco "no puede aceptar" el plan por tres razones. La primera, porque es "excesivamente exhaustivo" y limita las competencias de su comunidad; la segunda razón, porque tiende a una "metodología memorística", y la tercera, por su planteamiento "unitario" e la Historia.

Cuando se le preguntó qué partes considera que sea necesario eliminar del proyecto, dijo que se trata de un rechazo "global" al texto, más que retoques parciales.

No obstante, aclaró que dado que el Gobierno está abierto a dialogar, su departamento enviará a la ministra las sugerencias que estime convenientes.

Por su parte, la ministra reiteró que, a pesar de las posturas expresadas hoy por el consejero vasco y el presidente de Cataluña, Jordi Pujol, el Gobierno "no renuncia asu voluntad de mejorar las enseñanzas mínimas de Humanidades".