Nasarre declaró a la Cope que es optimista sobre un acurdo final entre el Gobierno central y las autonomías. "Los nacionalismos han reaccionado con una cierta suspicacia, pero cuando vayan estudiándolo a fondo, y estamos dispuestos a hacerlo minuciosamente, se darán cuenta de que no afecta para nada a sus competencias propias", subrayó.

El responsable de Educación precisó que el Gobierno sólo pretende retocar un decreto que se aprobó en la etapa socialista, dentro del 55 por ciento de competencias que le corresponde a la Administración central en materia e reglamentación de las enseñanzas.

"Es un proyecto que respeta las diferencias con las autonomías, especiamente las 'históricas'", indicó. "En España teníamos una sensación de que, sobre todo en esta fase crítica de la Educación Secundaria de 12 a 16 años, se estaba perdiendo calidad en la enseñanza de determinadas materias humanísticas, entre ellas Geografía e Historia. Hay que impulsar ese conocimiento, común de todos los españoles".